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El ABC de las marcas en México

5 mayo, 2025

El ABC de las marcas en México

La Propiedad Intelectual (PI) se encuentra estrechamente relacionada con el comercio. En ese contexto, las marcas desempeñan un papel fundamental para identificar productos o servicios y diferenciarlos de la competencia. Más que un simple nombre o logotipo, una marca representa la identidad, reputación y valores de una empresa, generando confianza en los consumidores y fortaleciendo su presencia en el mercado. Su protección es crucial para evitar usos indebidos y garantizar su exclusividad.

La Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial define el término marca como “todo signo perceptible por los sentidos y susceptible de representación gráfica que distingue productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado”. Su función principal es otorgar exclusividad a su titular y evitar que terceros la utilicen sin autorización, protegiendo su inversión y posicionamiento comercial.

Existen marcas tradicionales y no tradicionales. Las primeras incluyen nombres, logotipos y combinaciones de colores. Con la reforma a la legislación de PI en 2018, se ampliaron las posibilidades de registro al incluir a las segundas, que comprenden signos sonoros, aromas, hologramas y formas tridimensionales. La incorporación de estas nuevas categorías en la legislación mexicana responde a la evolución del comercio y la necesidad de ampliar la protección de signos distintivos.

Para ser registrada, una marca debe ser distintiva, evitando usar términos genéricos o descriptivos del producto o servicio que representa. Tampoco puede ser engañosa, es decir, no debe inducir al error al consumidor sobre sus características o procedencia. La Ley en la materia, a su vez, establece todos los elementos que no pueden formar parte de un registro marcario.

El registro de marca es el mecanismo más eficaz para protegerla, ya que confiere derechos exclusivos de uso y permite emprender acciones legales contra terceros que la empleen sin autorización. Además, las marcas pueden ser objeto de licencias y cesiones, facilitando su explotación comercial. En México, su protección tiene una vigencia de diez años, renovable por períodos de tiempo iguales. En conclusión, la marca es un activo comercial que fortalece la identidad de un producto o servicio. Su adecuada protección garantiza el valor patrimonial para las empresas o emprendimientos. Para registrar y gestionar una marca de manera efectiva, es recomendable contar con asesoría especializada.

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Paulina Barroso

Abogada egresada de la Universidad Iberoamericana. Experiencia en propiedad intelectual y derecho corporativo.

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